¡Hola a tod@s!
En el Blog de Impúlsame tratamos diversos temas relacionados con el mundo de las startups y de la propia aceleradora, pero no podemos mantenernos al margen de la actualidad que, durante estos días gira en torno al Mundial de Fútbol. En esta ocasión, haremos una excepción para hablar este deporte.
Si nos detenemos a reflexionar durante un momento, nos daremos cuenta de que existen muchas similitudes entre la organización de un equipo de trabajo y la labor que realiza el propio Vicente del Bosque. A continuación, veremos cuáles son las claves que ayudaron a gestionar y motivar a “La Roja” para ganar el Mundial de 2010 en Sudáfrica y que pueden trasladarse al equipo de trabajo que lideras o del que formas parte:
- Objetivos claros. Al igual que los jugadores saben que sus esfuerzos están orientados a conseguir ser campeones del mundo, tu equipo debe conocer cuál es la finalidad última por la que están trabajando y a la que deben orientar todos sus esfuerzos. Además es importante diferenciarlos en base a criterios temporales:
- Corto plazo. Por ejemplo, en el caso de la Selección, una vez clasificada para participar en el Mundial, deberá ir superando cada una de las fases del mismo. En tu caso, algunos objetivos pueden ser, por ejemplo, lanzar un producto mínimo viable el mes próximo, diseñar la imagen de marca o encontrar el software que te ayude con los asuntos contables y fiscales.
- Largo plazo. Conseguir ser un referente de tu sector en menos de un año puede ser equiparable al hecho de alcanzar y ganar la ansiada Final.
- Plan de acción. Una vez que hayas decidido dónde quieres llegar, el siguiente paso es definir las estrategias y acciones que os ayudarán a alcanzar dichos objetivos, los correspondientes hitos y acciones correctoras en caso de desviación. Será necesario revisarlo de forma periódica y adaptarlo a las posibles contingencias o imprevistos. No olvides que la planificación no se realiza de forma aislada y deberéis estudiar a otros elementos del entorno, como, por ejemplo, los competidores.
- Comunicación fluida. De nada sirve que mantengas toda la información oculta para el resto de los miembros del equipo. Todos han de ser conscientes de la situación en la que se está en cada momento y conocerla de primera mano de tu parte. La comunicación deben fluir en ambos sentidos y debe existir plena actitud de escucha y asertividad.
- Responsabilidad compartida y compromiso común. Es el máximo exponente del trabajo en equipo, directamente relacionados con la delegación de tareas y la confianza. Nos referimos a permitir que cada perfil se desarrolle en su área de experiencia con el nivel de autonomía y de esfuerzo necesarios para garantizar el correcto desarrollo del proyecto y sentirse parte responsable del resultado final. Tanto las victorias como las derrotas son consecuencia del trabajo de todos.
- Buen ambiente. Aunque debe surgir de manera natural, puedes promover actividades que favorezcan la buena relación fuera del ambiente laboral. Además, es importante que te mantengas al margen de los “malos rollos” que puedan surgir a no ser que estés muy segur@ de que tu intervención no empeorará la situación. No traslades tus preocupaciones personales a tu área de trabajo y evitarás contagiar al resto.
El equipo es la base de cualquier proyecto. No importa lo bueno que sea tu producto y/o servicio si no hay un grupo de personas con la capacidad suficiente para sacarlo adelante.
Elementos que, a priori, parecen lógicos necesitan de un buen líder capaz de implementarlos. Esperamos y deseamos que, una vez más, la buena gestión del equipo se refleje en los resultados de “La Roja” y volvamos a proclamarnos campeones del Mundial de Fútbol. Y tú, ¿qué opinas acerca de estas claves? ¿Añadirías alguna más?