Trabajar más no siempre es sinónimo de lograr mayor productividad. La clave para tener éxito en cualquier meta que te propongas va a estar en sacar lo mejor de ti, explotar al máximo tus habilidades y dedicar tiempo y dedicación de calidad.
No importa si se trata de trabajo, estudios o metas personales, lo importante es ganar en eficiencia y sacar lo mejor de ti, algo que puedes conseguir con estos pequeños cambios en tus rutinas diarias.
Descansar bien, dormir entre siete y ocho horas diarias
El descanso es fundamental para rendir en el día a día con energía. Los adultos deben dormir de siete a ocho horas diarias y adquirir hábitos correctos de sueño, ir siempre a la cama a la misma hora, no utilizar pantallas en el dormitorio y cenar ligero, para que así el cuerpo se regenere de la mejor manera posible.
Una dieta equilibrada contribuye al éxito
Ya lo hemos adelantado con el sueño. Tan importante como el descanso es la nutrición en la consecución de éxitos. Es fundamental llevar a cabo una alimentación equilibrada en la que frutas y verduras sean la base, además de proteínas de calidad y alimentos ricos en fibra. Las comidas deben tener un horario regular y no excederse con los excesos.
Ejercicio físico, un tercer vértice imprescindible
La práctica periódica de ejercicio físico es positiva para la salud a nivel preventivo, pero también en el ámbito mental y psicológico, pues el deporte ayuda a despejar ideas y alcanzar un estado mental de relajación óptimo. Las opciones en cuanto a modalidades deportivas son prácticamente infinitas: ciclismo, natación, senderismo, running, tonificación muscular, crossfit, clases de zumba… La idea es no abandonar la actividad física moderada varias veces en semana.
Pequeños objetivos que ayuden a seguir creciendo
Si existe una filosofía que resume bien esta idea es la del entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, con su dinámica del “partido a partido”. Para crecer profesional y socialmente no hay que marcarse metas a largo plazo, sino pequeños objetivos que sean alcanzables, medibles y que ayuden a ir subiendo escalones poco a poco.
Los proyectos que se inician, hay que finalizarlos
Comenzar un proyecto y dejarlo a medias puede ser generar sensación de frustración y fracaso. Cuando se inicia un trabajo o una idea, hay que luchar para conseguirla hasta el final. Ahí es importante desarrollar mucha concentración, y para ello una buena idea es recurrir al ajedrez o a otros juegos estratégicos como el Blackjack.
La idea es poner todo el foco y la concentración en lo que se tiene entre manos, para hallar soluciones. Si no es posible llegar al final, al menos que el aprendizaje haya servido para avanzar.
Los resultados llegan, pero hay que desarrollar mucha paciencia
Los pequeños objetivos a corto plazo sirven como estímulo para seguir avanzando en las metas más lejanas. Cuando das lo mejor de ti lo que consigues es interiorizar que no hay que desanimarse cuando los resultados no llegan enseguida, porque comprendes que el trabajo está en marcha y tarde o temprano alcanzarás esos objetivos.