Project Manager es el término anglosajón para definir al director de proyectos. Esta figura en las empresas es mucho más que un simple director. En la actualidad sus funciones son mucho más complejas, pues la digitalización de muchos procesos ha significado ir aumentando la complejidad de esta figura.
¿Cuáles son las tareas de un Project Manager?
El Project Manager diseña y define los proyectos a ejecutar, pero no toma finalmente las decisiones. De algún modo, el director de proyectos actúa como agente intermediario entre los propios trabajadores y los clientes, para satisfacer las demandas de los últimos, pero teniendo en cuenta las capacidades de los primeros.
En su cometido aparecen tareas como elaborar planes, definir fechas, calcular los recursos y los costes asociados, así como el número de personas que formarán parte del equipo de trabajo. A su vez es el encargado de mantener el control, definir las tareas a ejecutar por todos los trabajadores y adaptar nuevas soluciones o cambios en la planificación cuando sea necesario. Como vemos, un Project Manager es un perfil multitareas que debe tener suficiente capacidad de mando, de delegación y de intermediación.
¿Cómo convertirse en un buen director de proyectos?
Para este perfil no existe una formación académica específica, sino que se van ganando capacidad y aprendizaje con la experiencia. No obstante, existen áreas de conocimiento o titulaciones en las que sí se adquieren habilidades propias que pueden desarrollar los Project Manager.
Los estudios relacionados con el marketing, la dirección de empresas, derecho, ingeniería e incluso comunicación y publicidad son un buen punto de partida para convertirse en director de proyectos.
La clave, una vez finalizado esos estudios, es poner en práctica lo aprendido de manera teórica e ir incorporando experiencias y aprendizajes reales en el ámbito laboral.